Desde una perspectiva económica y social, la biodiversidad es clave para el desarrollo de nuestro país. Según datos del Quinto Informe Nacional de la Biodiversidad de Chile, los sectores que dependen directamente de los recursos naturales renovables, entre ellos la industria forestal, pesquera, agrícola y el sector turístico, dan cuenta del 9.7% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan a lo menos un millón de empleos directos.
Dada su relevancia para la actividad económica y, por lo mismo, la constante presión que recibe por parte de los sectores productivos, Chile ha debido hacerse cargo de la conservación de su biodiversidad. Por ello ha dado distintos pasos para forjar una institucionalidad más fuerte, el último de los cuales ha sido el Proyecto de Ley que crea el Servicio Nacional de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP).
Los primeros pasos formales que dio nuestro país en materia de protección de su biodiversidad datan de 1994, con la aprobación de la Ley N° 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente y al suscribir el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD). Posteriormente, Chile se abocó a la elaboración y aprobación de una Estrategia Nacional de Biodiversidad el año 2003, la que ahora se encuentra en un proceso de actualización y alineamiento con el Plan Estratégico de Diversidad Biológica 2011 – 2020 y las Metas de Aichi de la CBD. Estas metas buscan abordar las causas subyacentes de la pérdida de biodiversidad biológica mediante la inserción de objetivos de protección, uso sustentable, restauración y adecuación de las medidas de gestión y gobernanza en distintos instrumentos sectoriales y ámbitos de la sociedad, entre otros aspectos.
Se espera a fines de este año contar con una “Estrategia Nacional de Biodiversidad y Planes de Acción que apunten a metas nacionales y Estrategias Regionales basadas en objetivos de protección, uso sustentable y restauración de la biodiversidad, promoviendo e instalando igualmente condiciones habilitantes, como la educación y la conciencia pública; movilizando y asegurando fuentes de financiamiento, promoviendo la equidad social e instalación de capacidades a todos los niveles que se requiera, y proponiendo esquemas de gobernanza y de gestión de la misma, que viabilicen la implementación de esta nueva Estrategia en el corto (2018), mediano (2020) y largo plazo (2030)” (ENB, 2015).
Lo nuevo en este proceso
Están en pleno proceso de actualización las Estrategias Regionales de Biodiversidad, así como la Estrategia Nacional de Biodiversidad con sus cinco Planes de Acción: Conservación Marina y de Islas Oceánicas; Conservación de Humedales; Áreas Protegidas; Conservación de Especies Nativas; y, Gestión de Especies Exóticas Invasoras. Además, se considera el Plan de Adaptación al Cambio Climático en Biodiversidad, recientemente aprobado por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad.
“A partir del proceso anterior, en que Chile por primera vez tenía una ENB, se pudieron realizar varios avances, de hecho, los encargados regionales de biodiversidad surgen de este proceso. Los cambios que tenemos ahora -en comparación al proceso anterior- tienen que ver con mayores herramientas de gestión, dado que el Ministerio de Medio Ambiente tiene muchas más funciones en relación a la biodiversidad, las que son más operativas, y que suman a que se está trabajando en un Proyecto de Ley para tener una institucionalidad todavía más dirigida hacia los objetivos de conservación e integración del sistema de Áreas Protegidas del país. Se está abriendo el abanico a mayores posibilidades, pero se mantienen desafíos que tienen que ver con recursos y capacidad instalada, entre otros que, sin duda, habrá que resolver” expresa el Consultor PNUD del Plan de Acción para la Conservación Marina y de Islas Oceánicas, Rodrigo Guijón.
“Respecto al proceso anterior, creo que la biodiversidad quedó bastante a la ‘cola’ en la política medio ambiental, porque los temas de contaminación de aire, agua o residuos son los que han tenido más prioridad dentro de los escasos recursos que tiene esta política. La biodiversidad ha quedado atrás y la política ambiental, a su vez, está al final de las políticas públicas del Estado, porque permanece el miedo a que si se cuida el medio ambiente se frena el crecimiento económico. Creo que se requiere un salto más cualitativo y esta ENB avanza hacia allá, al ver el lado sustentable de la biodiversidad. Antes sólo se protegía. Ahora contempla que la biodiversidad es la que otorga los servicios ecosistémicos de actividades tales como la agricultura, pesca, forestal o del agua. Este uso sustentable de los sectores productivos de la biodiversidad es algo novedoso” precisa el Consultor PNUD Encargado de los Diagnósticos de las Estrategias Regionales, Patricio Rodrigo, subrayando además que este proceso de actualización “considera las condiciones habilitantes para mejorar la conciencia, la educación, las capacidades institucionales y la inserción de éstas en las políticas públicas”.
Ruta de trabajo
Durante este mes de agosto, los consultores están desarrollando las propuestas de Planes de Acción a los comités operativos con los que trabaja cada uno de ellos.
“Con el Comité Nacional de Especies Nativas elaboramos la primera propuesta de especies nativas para ser sometida luego a una consulta ampliada, la que se realizará en un taller el 18 de agosto. En esa instancia expondremos la propuesta a diferentes organismos sectoriales, academia y ONGs. Después de este taller realizaremos un informe donde incorporaremos todos los comentarios, tras lo cual se ordenarán en conjunto los planes de acción de todos los Planes de Acción” precisa el Consultor PNUD del Plan de Acción para la Conservación de Especies Nativas, Martín Espinosa.
“Lo que nosotros hemos trabajado con el Comité Operativo para la Prevención, el Control y la Erradicación de las Especies Exóticas Invasoras –que convoca a 13 instituciones– son actividades y acciones en base a los lineamientos que ya tenía la ENB; esto lo hemos visto en tres talleres y este 12 de agosto tenemos programado el taller ampliado para validar. Esta propuesta ya debiera estar lista a fines septiembre” explica la Consultora PNUD del Plan de Acción para la Gestión de Especies Exóticas Invasoras, Daniela Poo.
Una ruta de trabajo similar funciona para Áreas Protegidas: “Se ha iniciado recientemente la etapa de definición detallada de actividades y acciones principales a ejecutar por el Plan de Acción de Áreas Protegidas 2015 – 2030. Se espera que dicha etapa se concluya a fines de agosto, momento en el que se iniciará su costeo, tarea asumida por el proyecto BIOFIN Chile. Una vez concluida la elaboración del Plan de Acción de Áreas Protegidas se integra al conjunto de planes actualmente en desarrollo (Humedales, Especies Exóticas, Especies Nativas, Ecosistemas Marinos y de Islas Oceánicas), como también al Plan de Adaptación al Cambio Climático en Biodiversidad, aprobado por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad en julio de 2014” detalla el Consultor BIOFIN Esteban Delgado.
En forma paralela a la elaboración de los Planes de Acción, se ha trabajado en el diagnóstico del estado y tendencia de la biodiversidad en las 15 regiones de nuestro país. Para ello se desarrolló un cuestionario que fue discutido y validado en cada región, por los Encargados regionales de Recursos Naturales de las Secretarías Regionales Ministeriales del Medio Ambiente (SEREMI) y Comités Operativos de Biodiversidad (COB) que existen en cada una de ellas. Además se realizaron talleres para revisar y validar la información de los diagnósticos y discutir preliminarmente los ejes estratégicos y líneas de acción de las Estrategias Regionales de Biodiversidad (ERB). Con esta información se espera seguir avanzando en el proceso de actualización de los Planes de Acción regionales.